Antropologia Critica
Álvaro Rodríguez
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Horst Kurnitzky

Espionaje, y propaganda política, una incursión en la formación de las redes de espionaje en los años cuarenta y cincuenta en México.

 

 

Por Alvaro Rodríguez.

 

Candidato para obtener el título de maestro en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

Colegio de Historia.

Enero de 2004.

 

 


Abreviaturas

 

 

AHAM                        Archivo Histórico del Arzobispado de México.

DFS                            Dirección Federal de Seguridad.

EMP                           Estado Mayor Presidencial.

FBI                             Federal Bureau Investigations.

FLMM                                    Fondo Luis María Martínez.

PCM                           Partido Comunista Mexicano.

SIP                              Servicio de Información Periodística.

 


AÉREA*

 

 

 

 

Asistían importantes personajes a una recepción diplomática, entre ellos el entonces Arzobispo Primado de México, don Luis María Martínez, el escritor Rubén Romero y el licenciado Aguilar y Maya, quienes formaban un pequeño grupo.

 

De pronto circuló una noticia sensacional: el Embajador Oumasnsky, al tomar el avión para dirigirse a Moscú de vacaciones, acababa de morir en la explosión que siguió al despegue de la nave.

 

Ese diplomático se había hecho notable por su simpatía y gran dinamismo, desplegando durante dos años una labor muy atractiva hacia el comunismo y haciendo amistad con destacadas personalidades del mundo oficial, gracias a la fastuosidad de las fiestas que daba en la embajada Soviética. Natural era que una noticia tan trágica despertara estupor en aquellos momentos.

 

Ante la visible conmoción y nerviosos comentarios de la concurrencia, el grupo formado por el Primado y sus amigos sólo tuvo un comentario cuando don Luis María Martínez, dirigiéndose acongojado y en voz baja a Aguilar y maya, le dice:

 

-¿Y ahora cómo hacemos para no alegrarnos?


A manera de introducción

 

A lo largo de mis investigaciones sobre censura cinematográfica, me enfrente con diversos documentos que me plantearon problemas de distinta naturaleza. Por un lado el problema de la legalidad sugerido en los reglamentos de censura cinematográfica, en cuanto a la exhibición de los contenidos políticamente aceptados.

 

Por otro lado, la relación que tiene el universo de las instituciones para el funcionamiento de las administraciones políticas. En este punto enderezaré mi atención, pues, una de las sorpresas tangenciales que pude observar en otras investigaciones, fue la de demostrar y constatar, el nivel, en el que los acuerdos suscritos, se fracturan para dar rienda a otros nuevos, donde los concordatos se presentan invisibles, es decir, oscuros o poco claros y obedecen a nuevos arreglos que definen nuevas costumbres políticas y afectan a buena parte de la vida cultural y social del país.

 

Es el caso de la Iglesia católica de la década de los años cuarenta y cincuenta, una de las instituciones con un nivel de organización y cohesión en ocasiones envidiable por el mismo Estado. El gobierno de Manuel Ávila Camacho y después el gobierno de Miguel Alemán, han sido bastante estudiados, sin embargo no a partir de la historia de sus estrategias y de sus pactos con otras instituciones como la Iglesia. Es relevante ir descubriendo como el nivel de secularización política entre la Iglesia y el Estado es cada vez menor, lo cuál dice suficiente de ambas instituciones para modificar el enfoque con el cuál se ha venido estudiando el fenómeno de las relaciones Iglesia y Estado en México.

 

Lo que nos ocupa en esta ocasión no es ya la censura, y los métodos para encubrir un anaquel de cintas sediciosas, perversas, escandalosas, sino es la misma necesidad de hacer política en las calles. La censura es una acción coercitiva que anula, señala y prohíbe lo ilegal que también puede ser inmoral. La propaganda funciona de la misma forma que un filme, las campañas políticas parecen valerse de los códigos que brinda la estética de la imagen, para llenarse o vaciarse de contenido. Los mensajes políticos finalmente son vertidos en la imagen y en el texto, para ser publicados y generar opinión. Así la cultura de la legalidad y la moralidad prevalecen como un binomio intercambiable de los juristas y teólogos quienes las emiten. Dicho de otra manera, quienes finalmente suscriben las normas de convivencia social en los términos de la legalidad y lo correcto, son la Iglesia y el Estado. Ambas instituciones se han valido entre ellas para privilegiar programas sexenales que tienden a fomentar y fortalecer un estado de derecho que se llama soberanía, y una cultura política de carácter nacional, cuya hegemonía no tiene adversario y si lo tiene, o llegara a representar un peligro para el mantenimiento de dicha hegemonía política, entonces el estado y desde luego la Iglesia participan con todos sus métodos y técnicas para derribar al contrincante. 

 

En el curso del desarrollo institucional, toda organización tiene información que conforma su propio cuerpo político. La historia del espionaje demuestra como esta práctica, no es otra cosa que la técnica para adelantarse a los eventos. Si bien en las luchas y contiendas políticas existen reglas de ataque y defensa, en la práctica del espionaje moderno se desechan sistemáticamente los elementos que interfieren con los fines que se persiguen.

 

 

El espionaje entendido de esta manera, supera los códigos de valor, la ética, muchas veces los derechos fundamentales de los hombres y de los pueblos. El espionaje político busca, encuentra y resuelve tareas. Es una técnica de la muerte, porque en su práctica se decide la vida de quien la ejecuta. El espionaje está “más allá del bien y del mal” como diría Nietzsche, el espionaje es nihilista y busca la destrucción del otro y es capaz de autodestruirse. El espionaje es intriga, sospecha, secreto, censura, farsa, inteligencia, máscara, maquinaria, técnica, lógica, método, revelación. La práctica del espionaje tiene una característica sumamente interesante, porque se acerca a la verdad, de manera deliberada, es una intervención para aproximarse a la realidad. Cuando esta práctica no consigue esa finalidad, entonces falla y luego perece.

 

Este trabajo pretende llamar la atención sobre una técnica y género de la literatura del espionaje, las intercepciones telefónicas. Este ensayo no hubiera sido posible sin el trabajo de discusión y comentarios realizado por compañeros de la maestría en Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en el marco del curso de movimientos políticos y sociales , cuyo subtema fue el espionaje, impartido por el Dr. Mario Ramírez Rancaño. A todos ellos un agradecimiento porque durante el curso aprendí algunas pautas para entender las fuentes históricas, aquí mencionadas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El teléfono una patente norteamericana.

 

 

- Señor Bell!-gritó-. ¡He oído todas sus palabras...claramente!

 

Primer mensaje que se haya transmitido jamás por teléfono. Conversación telefónica entre Alexander Graham Bell y Thomas Watson., 1876, Boston, Estados Unidos.

 

 

 

Sin lugar a dudas el siglo XX, fue el siglo de la consolidación para las tecnologías de la comunicación. Ya desde la centuria pasada los inventores norteamericanos desafiaban su sistema de correos e introdujeron el cableado para el telégrafo cuya efectividad, cubría una buena parte de los Estados Unidos, generando una nueva experiencia de comunicación, más rápida que el correo, pero más limitada, pues los mensajes tenían que ser descifrados en clave y luego eran transcritos al texto.[1] Para otros países entre ellos México, no fue caso excepcional el uso del telégrafo, era por excelencia el vehículo de las operaciones militares para hacerle frente a los grupos levantados en armas en contra del gobierno porfirista.

 

Gracias al perfeccionamiento del teléfono, los primeros ministros, políticos y empresarios tuvieron en sus manos un aparato que les permitía estar comunicados con sus representantes no sólo al interior de los estados sino al exterior del país, vía las embajadas.

 

En la primera década del siglo XX en México, las compañías Ericsson y La Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, S.A., se disputaban la cobertura de los servicios telefónicos. La suerte de estas compañías tuvo momentos críticos sobre todo cuando los sindicatos telefonistas, no lograban acordar junto con los directores de las empresas, aquellos términos que convinieran un contrato estable. Los usos telefónicos se desarrollaron a la par del crecimiento estructural de las empresas, en su administración corporativa, sindical y tecnológica. El teléfono era un recurso para la comunicación empresarial, política y también militar. En el contexto internacional, las operaciones militares durante la Primera Guerra Mundial le dieron un giro importante al uso de la telefonía, el teléfono era para entonces, un aparato híbrido cuyas características eran similares a la radio, pero sus centrales de recepción eran telefónicas.

 

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, se reanudaron las investigaciones científicas y tecnológicas. En lo que se refiere a la telefonía se pensaba en la utilización de las comunicaciones eléctricas con ondas portadoras. La compañía Ericsson contaba ya con 32 concesiones para establecer líneas telefónicas de servicio público y privado adquiriendo dos estaciones portátiles inalámbricas marca Telefunken que permitían la comunicación a 200 kilómetros. Fue entonces cuando se decidió introducir a México el sistema telefónico automático, el cual fue inaugurado más adelante. La idea era sustituir a las operadoras por la telefonía automática.[2]

 

Durante el periodo presidencial de Manuel Ávila Camacho, habían impulsado el desarrollo de centrales telefónicas que repercutieron en otras áreas de la industria manufacturera y en los negocios de éstas.

 

Al popularizarse el uso del teléfono, dio como resultado ciudades centralizadas y conectadas en redes telefónicas que traspasaron sus zonas limítrofes para llegar a otras, pero sobre todo, redes que contribuyeron para todo tipo de mensajes y conversaciones más allá del uso exclusivo que le dieron en principio los departamentos militares. El teléfono representó una innovación en principio costosa pero garante de posibilidades para el desarrollo económico y empresarial de los primeros contratistas. Luego llegó a los hogares y es en ese sector, donde el teléfono encontró su consolidación como aparato destinado a la comunicación de la sociedad civil, en casi todas las ciudades del mundo. En los años de posguerra, a mediados de la década de los cuarenta, las empresas telefónicas como Ericsson entraron en una recesión que mermó sus operaciones, pero sobre todo el mantenimiento y el pago de nómina de sus trabajadores,  la requisa gubernamental a la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana empezaba a definir el rumbo de la telefonía en México.

 

La Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, S.A., no adoptó el sistema de seis cifras sino hasta 1946, anteponiendo un 3 y cambiando la letra que usaba como prefijo por el dígito que le correspondía en el disco del aparato telefónico. El 2 de agosto de 1946 el gobierno anunció el enlace definitivo de la compañía Ericsson y la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, S.A.[3]

En el invierno de 1946 el Partido de la Revolución Mexicana se convirtió en el Partido Revolucionario Institucional, un año antes el país había atravesado un proceso electoral cuyos candidatos del partido para sustituir al gobierno de Ávila Camacho, eran Ezequiel Padilla y el Secretario de Gobernación en curso Miguel Alemán Valdés.  Este último victorioso en la justa electoral tomaría las riendas del nacimiento de una importante unión de las empresas Ericsson y La Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, S.A.

El Distrito Federal se intercomunicó, casi en su totalidad bajo la constitución de una nueva empresa: Telmex, Teléfonos de México, S.A.

 

La constitución de Telmex tiene como antecedentes inmediatos las diversas negociaciones entabladas entre la L.M. Ericsson de Estocolmo y Axel Wenner-Gren, para crear una empresa telefónica mexicana. El sistema telefónico fue inaugurado por el presidente Alemán el 9 de enero de 1948, y benefició a 149 empleados. Para 1949 se planeaba un Programa de Comunicaciones Telefónicas Vecinales, en el cual se coordinarían los teléfonos estatales y municipales, así como los propios particulares.[4]

 

Parece insulso referirse a la historia del teléfono para dar cuenta como uno de los principales aparatos para la comunicación transformó el ritmo de las actividades cotidianas de las ciudades. Las comunicaciones telefónicas sirvieron en principio sólo para notificar algunos detalles de contacto, ciertas cosas importantes para negocios, y el furor sólo radicaba en la sensación de que había otra persona del otro lado de la bocina que podía quedar enterada.

 

En el bienio 1950-1952 se inauguraron 32 oficinas telefónicas incorporadas a la red nacional, ya que en el Distrito Federal existía una demanda acelerada de suscriptores que provocaba que las centrales se sobrecargaran.[5]

 

 

Los diarios, las ondas de radio, los noticieros cinematográficos y el correo no dejaron de tener su lugar antes de que la televisión diera apertura a finales de los años cincuenta en México, una nueva cultura para estar al día en los sucesos. Pero el teléfono como era la vía de comunicación directa entre las personas, fue proclive a su manejo y control por parte de las centrales telefónicas. En el ámbito de la vida política y pública del país, el teléfono fue y sigue siendo el blanco de intervenciones e intercepciones de personas con un perfil específico para escuchar conversaciones que en su origen parecerían privadas, pero que nunca lo fueron. Estas personas eran agentes o espías militares que intervinieron permanentemente las líneas de los opositores al gobierno como una técnica para observar la conducta y mantener informados a los dirigentes y funcionarios de las instituciones del país.  

 

Resulta interesante observar, cómo después de un proyecto de ley gubernamental en contra del espionaje en 1941, el gobierno y sus oficinas de seguridad nacional, a mediados de los cuarenta emplean la intercepción telefónica como una técnica del control político para hacerle frente al delito de disolución social, que perseguían e imputaban a los miembros y militantes del Partido Comunista Mexicano. Agentes de la Dirección Federal de Seguridad y espías del Estado Mayor Presidencial trabajaron en labores de espionaje generando todo tipo de informes y reportes confidenciales, que en su carácter secreto, operaban en un circuito cerrado de informadores-agentes e informados-funcionarios de alto perfil, cuyo poder deliberativo y de análisis coyuntural pesaba en el orbe político y se cifraban en estos documentos. En medio de una atmósfera internacional decadente, programas de cacería de brujas como los del senador McCarthy[6] en los Estados Unidos, hacían eco en las instituciones de seguridad en México. Estos departamentos y corporaciones secretas se sujetaban de los propios artículos constitucionales como el 145 (que frenaba el espionaje) para hacer de suyos los elementos para encabezar un programa de lucha, conjunto con instituciones aliadas como la Iglesia católica, en contra del comunismo internacional.

 

 

 

Iniciativa de Ley para prevenir los delitos de disolución social.

 

 

Cuando en 1941, Alemania, Italia y Japón se unían para formar la cortina militar llamada el Eje Berlín-Roma- Tokio, se celebraba en la ciudad de Santiago de Chile, el Segundo Congreso Latinoamericano de Criminología, donde México contrajo una serie de compromisos para modificar su código penal, en aras de cumplir con los acuerdos para proteger las soberanías nacionales de América Latina. Así el delito de disolución social fue tipificado como una falta grave del fuero federal, que tenía que castigarse con prisión o multas económicas elevadas. Por iniciativa del presidente Manuel Ávila Camacho el 9 de septiembre de 1941 se llevó a la Cámara de Diputados la iniciativa de Ley sobre los delitos de disolución social donde figuraba el espionaje por parte de empleados y funcionarios del gobierno federal.

 

“C.C. Secretario de la H. Cámara de Diputados, Presente.

El ejecutivo federal tiene particular empeño por cumplir la función constitucional de velar por la conservación de la paz interior y exterior de la República. Por eso se ha mantenido atento a las circunstancias que prevalecen tanto en el mundo exterior como dentro de nuestro país. Es de conocimiento de la conciencia nacional, que en otros continentes se ha venido ejercitando una serie de actividades de franca disolución social, que ya han acarreado graves trastornos en diversas naciones, al grado de perder algunas de ellas su soberanía e independencia.

 

Que para llevar a cabo estas invasiones, LOS AGRESORES han aprovechado los años de paz para preparar la realización de sus designios al amparo de las libertades, que los países invadidos brindaban, yutilizaron individuos y organizaciones, y pusieron en juego toda clase de actividades logrando así tener con anticipación a su acción guerrera, informesplanosdatos y secretos militares, que les sirvieron de base para la ejecución de su función dominadora. También ejercieron actividades de propaganda, para preparar moralmente a la población o a parte de ella, con objeto de asegurar de antemano la pasividad y hasta la cooperación de parte de su propia victima.

 

Que aunque se pudiera considerar lejana tal emergencia para nuestro país, sin embargo, es útil ahora que gozamos de plena serenidad pública, prever cualquier posibilidad futura, por lo que, queriendo también convertir en hechos concretos nuestro sincero propósito de defensa Continental, cree el Ejecutivo oportuno someter al Poder Legislativo el siguiente proyecto de ley que reforme las normas del Código penal para el Distrito y Territorios Federales y para toda la República en materia del Fuero Federal, en sus capítulos relativos a la seguridad exterior y a la seguridad interior de la Nación; lo que permitirá tener al alcance un instrumento jurídico respetable, de seguridad social por ser expresión de los principios que informan la Constitución Democrática que nos rige y así, en el momento dado, podrá el Gobierno, dentro de la ley, tomar las medidas de precaución necesarias:

 

Reforma al código Penal para el Distrito y Territorios Federales en materia del Fuero Común y para toda la República en materia del Fuero Federal:

 

III. Al que en tiempo de paz esté en relación o tenga inteligencia con un Gobierno extranjero, con objeto de guiar una posible invasión del territorio nacional, o alguna alteración de la paz interior, o con ese fin le dé instrucciones o consejos, o le proporcione noticias de las posibles operaciones y obras militares de defensa.

La sanción en este caso será de seis a doce años de prisión y multa hasta de mil pesos.

 

IV. Al funcionario público, que teniendo en su poder por razón de su empleo o cargo el plano de alguna fortificación, arsenal, puerto, aeropuerto o rada, o conocido el secreto de una negociación o de una medida militar preventiva entregue aquél o revele éste, a cualquier Gobierno extranjero.

 

En este caso la sanción será de diez a quince años de prisión y pérdida de sus derechos políticos.

 

Artículo 2°.- Se adiciona el Título Segundo del libro I, con el siguiente capítulo:

 

“Delitos de disolución Social”

 

Artículo 145 bis.- Comete el delito de disolución social, el extranjero o el nacional mexicano [sic], que en forma hablada o escrita o por medio de símbolos o en cualquiera otra forma, realice propaganda política entre extranjeros o entre nacionales mexicanos, difundiendo ideas, programas o normas de acción, de cualquier gobierno extranjero, que afecten el reposo público o la soberanía del Estado Mexicano.

 

“Se afecta el reposo público, cuando los actos de disolución social, definidos en el párrafo anterior, tienden a producir rebelióntumultosedición o escándalos.

 

“ La soberanía nacional se afecta, cuando los actos de disolución social, puedan poner en peligro la integridad territorial de México, obstaculicen el funcionamiento de sus instituciones legítimas o propaguen el desacato de parte de los nacionales mexicanos a sus deberes cívicos.

 

Artículo 146 bis-. También comete el delito de disolución social el extranjero o el mexicano que, en cualquier forma, realice actos de cualquier naturaleza, que preparen material o moralmente la invasión del territorio nacional o el sometimiento del país a cualquier potencia extranjera.

 

Artículo 147 bis-. El delito de disolución social se castigará con prisión de tres a seis años, y cuando el condenado sea un extranjero, la pena se entenderá sin perjuicio de las facultas que al presidente de la República concede al artículo 33 de la Constitución General.

 

Transitorio.- Las presentes reformas y adiciones entrarán en vigor desde el día de su publicación en el diario Oficial. Esperando que en ese H. Poder Legislativo apruebe el anterior proyecto, me es grato reiterarles las seguridades de mi consideración atenta.

 

“Sufragio Efectivo, No Reelección.

“México, D.F., a 9 de Septiembre de1941.

“El presidente de la República, Manuel Ávila Camacho.

“El Secretario de Gobernación. Lic. Miguel Alemán.[7]

 

 

Naturalmente este proyecto tenía más que tintes nacionalistas, sí, una exacerbada defensa de la ideología partidista que fue llevada al absurdo por el pensamiento reaccionario. Era una desencarnada cruzada en contra de quienes se atrevieran a revelar las jugadas políticas y militares de los altos mandos. Este proyecto establecía que la defensa de la nación, era necesaria ante los embates extranjeros, aseguraba que los servicios de espionaje e inteligencia trabajaban para gobiernos extranjeros que tramaban, no una política de economía cuyo esquema se basaba en la programación internacional, sino una conquista y una intervención militar internacional para adueñarse del mundo. La retórica oficial construía al mismo tiempo, una hegemonía política que paranoica de las amenazas nucleares, excluía las voces disidentes que no compartieron los programas proteccionistas de carácter xenófobo y autoritario.

 

El día 10 de octubre de ese mismo año, se celebró el dictamen de la iniciativa del Ejecutivo y el debate correspondiente. En el dictamen leído por el Diputado Arnulfo Rosas, se dijo que en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, los agresores habían obtenido “previamente a las acciones militares, informes, datos, y secretos militares: y ejercieron propaganda para preparar moralmente a los pobladores, asegurando de ante mano su pasividad y cooperación”.[8]   “Siempre han existido” sostiene el diputado: “legiones de espías internacionales dedicados a obtener informaciones de secretos militares, y de obras de defensa de las naciones vecinas, que durante la guerra se aprovechan para atacarlas y destruirlas”.[9] En pocas palabras discurría sobre los espías que laboraban en tiempos de paz pues decía que estos eran más peligrosos aún que los que ejercían su trabajo en tiempos de guerra. No estuvo de acuerdo con los términos de tumulto y escándalo propuso endurecer los conceptos por asonada o motín que eran figuras consagradas en el derecho penal.

 

El artículo 129 se compondrá de cuatro párrafos, de los cuales los dos primeros sancionarán el espionaje en tiempo de paz, y en cada uno de dichos párrafos se comprenderá la sanción que se estima procedente, según la naturaleza de los actos que se realicen y la de los sujetos que los ejecuten. En la actualidad, a los funcionarios públicos que cometen el delito de espionaje, sólo se les puede aplicar prisión o multa, y como el Ejecutivo propone que a los funcionarios públicos que delincan en tiempos de paz se les sancione con prisión y pérdida de sus derechos políticos, la Comisión considera que esta segunda sanción debe agregarse también a los funcionarios y empleados, reos de espionaje en tiempo de guerra.[10]

 

Para elogiar el dictamen hablaron durante el debate los diputados Alberto Trueba Urbina, el C. José Gómez Esparza y el lic. Ernesto Gallardo. Trueba Urbina dijo que con el proyecto de ley “se consagra una nueva figura delictiva: el espionaje en tiempo de paz. Considero un acierto del Presidente de la República y de la Comisión Dictaminadora, haberle dado forma y validez a este tipo de delito, gravísimo en tiempo de paz, porque es cuando se prepara la invasión, porque es cuando se prepara la desintegración del territorio nacional”.[11]

 

Por otro lado, José Gómez esparza sostuvo que en “nombre de aquellos muertos que forjaron la independencia a principios del siglo y que iniciaron la Revolución en el año de 1910, pido la aprobación para el proyecto de ley del Sr. Presidente de la República que condena a los espías, a los traidores, pensando que con ello haréis un gran bien a nuestra Patria”.[12]  El C. Alfonso Corona del Rosal sin panegíricos cerró la sesión de debates con un entrañable análisis:

 

Efectivamente, por lo que se refiere a la reforma típica del delito de espionaje, las reformas hechas por la Comisión al proyecto del Ejecutivo colocan en una posición verdaderamente técnica dichas reformas, al englobar dentro del artículo correspondiente las sanciones a quienes cometan el delito de espionaje pero no en tiempos de paz, siendo que las labores de los espías se suceden en los tiempos de paz como una preparación, como un antecedente a la agresión, como un antecedente a la guerra. Se dice que se debe tender a proteger cuando menos un mínimo de garantías individuales, para que esta nueva forma que hoy se va a poner en las páginas de nuestra legislación penal, no tenga semejanza con la legislación fascista.[13]

 

 

Así se perfila una campaña que sanciona penalmente el espionaje como un delito de disolución social, pero al mismo tiempo la ley contra el espionaje parece otorgarle facultades a inteligencia militar y a la policía para realizar tareas de intervención a la vida privada con la inmunidad y el permiso que le asiste a dichas corporaciones.

 

Como verdaderos expertos en la materia del espionaje, políticos y funcionarios emprenden una campaña sobre todo promovida desde los Estados Unidos, la campaña anticomunista, que aquí, la llamo el Desarrollo del Plan Anticomunista en contra del “Desarrollo del Plan Comunista en México” como le denominan las agencias.

 

El Plan del Desarrollo Anticomunista supone fuerzas políticas conjuntas, que participan intercomunicadas por escrito y por medios de transmisión para estar al tanto de las actividades de otros actores políticos como funcionarios, periodistas, escritores, miembros de partidos políticos opositores que tendieron a relacionarlos con una conspiración comunista y el desarrollo de su plan político en México a mediados de los cuarenta.

 

Así el mismo Arzobispo de México era presa de algunos agentes norteamericanos que se hacían pasar por empresarios, académicos, o curas.

 

Un joven reportero de nota amarilla, narraba como un individuo se logró infiltrar hasta el despacho de Luis María Martínez, arzobispo primado de México en el interior de la Mitra:

 

Aquí en la ciudad de México, se entrevistó con el arzobispo Luis María Martínez, hombre sumamente cordial, cultísimo y de jovial carácter a quien relató, como se dice, un cuento chino obteniendo 500 pesos. Con el dinero en la bolsa y sonriente, el defraudador abandonó la Mitra Metropolitana agregando así un incauto más a su larga lista de víctimas. Algunos dicen que de inmediato, el arzobispo advirtió que Nassan era un impostor, pero que le cayó simpático y por eso le obsequió el dinero, al tiempo que le decía:

 

-Que hagas una buena obra con este dinero, hijo, y lo mejor es que ya no te vuelvas a parar por aquí porque te mandaré derechito a la cárcel.

 

Risueño Nassan se inclinó  todavía para besar el anillo del prelado y tras un afrancesado “gracias”, bajó las escaleras. Como en esa ocasión había confirmaciones en la catedral, contigua a la curia, y el gentío no le permitía el libre paso para salir, Nassan se puso a gritar:

 

-Con permiso hijos, por favor, déjenme pasar soy sacerdote, por favor déjenme pasar-y todo mundo como por arte de magia se replegó para que pasara el “sacerdote” Nassan.[14]

 

 

Pero los vivales, no se caracterizaban por su perfil socioeconómico, sino por sus habilidades en el manejo del lenguaje, su capacidad para eludir al personal de seguridad e incluso para encubrir fines que tuvieron que ver más con la necesidad de adquirir información privilegiada, personal y secreta del jerarca católico. Es el caso de un funcionario de la Comisión de Bibliográfica del Instituto Internacional de literatura Iberoamericana que le pide a L. M., Martínez un pequeño favor:

 

Muy Estimado señor:

 

La Inter.-American Bibliographical and Library Association de Washington, D.C. sugirió en la primavera de 1942 que yo escribiese un libro sobre seudónimos empleados por escritores mexicanos. Antes de poder completarlo tuve que ir a servir en la marina norteamericana, y sólo hace poco pude poner mano [cuán] vez a aquel estudio.

 

Antes de quedar satisfecho con el libro quisiera consultar con esta carta a los autores contemporáneos para averiguar si son correctos los seudónimos que ya tengo compilados y también para agregar otros de los cuales tal vez todavía yo no tenga noticia.

 

¿Me será Vd. Tan amable de apuntar abajo los seudónimos que empleaba alguna vez en sus escritos—si es que los usaba....junto con los títulos de libros o de periódicos donde aparecieron? Así me ayudará a presentar a los bibliotecarios y estudiosos un libro que merecerá mayor confianza en la consulta por contener datos que vienen de la mejor fuente de información, es decir, de los autores mismos.

 

Agradecerá sumamente cualquier apunte de interés que Vd. Le pueda proporcionar a su atto. Servidor y colega.

 

Ernest Richard Moore

Presidente de la comisión bibliográfica.[15]

 

Seudónimos empleados:            Aparecieron En:

 

 

 

La elegancia del lenguaje trastabillaba en un discurso donde ciertas frases daban la clave, de que algo extraño estaba ocurriendo, atrás de un funcionario de un instituto norteamericano de literatura, tal vez había un empleado del servicio secreto norteamericano, que retomaba para el año de 1946, una empresa que emprendería la Oficina de Investigaciones Federales (FBI), y  nos obliga a recordar el círculo de intelectuales de Cambridge, donde algunos académicos e intelectuales fueron contratados por el servicio de inteligencia británico para verter información en esos circuitos de opinión política.

 

Sin duda, al arzobispo de México le llegaban noticias de peticiones que no eran otra cosa que puntadas trasnochadas. En plena justa electoral, un atento ciudadano independiente, disidente de las teorías políticas en boga, desentrañaba que el partido oficial practicaba una doctrina que iba más allá del comunismo, fascismo y nazismo. Por lo que el arzobispo en consecuencia estaba enterado de las maniobras del adversario de Miguel Alemán, en una invitación para leer a Maquiavelo que llevaba remitente a otros destinatarios políticos:

 

ASUNTO:  Lea usted. Maquiavelo.

 

Lic. Esequiel Padilla, Av. Jalisco No. 84

México, D.F.

 

Reto político público:

 

Tomando en cuenta la triste historia de los candidatos independientes a la Presidencia de México, me permito plantearle a Ud. Esto. Ordene Ud. A sus partidarios en prensa y por radio, voten en las boletas de los contrarios donde dice candidatura no registrada a la Presidencia de la República, poner el nombre C. Economista A. Rodríguez; en esta forma, el pueblo de México tendrá dos candidatos a la Presidencia de la República, y el pueblo de México mutilará boletas del contrario restándole votos, y no quedará boleta en blanco, de modo que no se les restará ninguna situación, en cualquier circunstancia que se coloque, llevará probabilidades el partido, Ud., y mi México no caerá en manos de una doctrina exótica ninguna. (Nota: ONU no sabe, de que en México se encuba en esta elección la formación de un fenómeno político de doctrina exótica invisible con poderío mayor que el comunismo, fascismo y nazismo.) Me reservo por lo que creo que los que tratan de ejecutarla no sepan lo que están haciendo, y no digo más porque podría coger proporciones fantásticas, pues Ud. se supondrá lo demás.; respecto al voto Ud. debe decirlo tres días antes de la elección.

 

La política es un arte, y el político debe fijarse hasta el más mínimo detalle, divide y triunfarás.

 

Dejando a salvo mis derechos constitucionales y esperando ser atendido mi gracia especial de parte de Ud., me permite protestar lo necesario.- Al ser adverso para Ud. el asunto político, tenga Ud. la seguridad que me sabré imponer que mi gobierno se sostendrá contra viento y marea y no caerá bajo el dominio de una doctrina exótica.

 

Reitero a Ud. mi alta y distinguida consideración y respeto. Monterrey, N.L. México, a 29 de Junio de 1946.-

 

Sufragio Efectivo no Reelección.

 

C. Economista Adrián Rodríguez actuando como gobierno de la república en el período constitucional de 1946 al 52.[16]

 

Cc: Al Vaticano y a Rusia

Cc: ONU

Cc: Candidatos Presidenciales.

Cc: Prensa Nacional e internacional.

Cc: Cancillerías Extranjeras.

 

 

A Luis María Martínez, le decían el buen dinamitero, solía ser implacables con los periodistas y más si se trataba de un periodista de oficio que con agudeza y suspicacia lo intentaba poner en aprietos.

 

 

Nos refería un redactor de...le solicitó y obtuvo una entrevista para su periódico, pero eran de tal naturaleza delicadas y difíciles las cuestiones que el colega le sometía a su consideración, que no pudo menos que hacerle comentar “sus preguntas traen dinamita”. Lo que inmediatamente repuso el periodista- pero su excelencia sabe manejar perfectamente los explosivos.[17]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La curia, la seguridad nacional y los servicios de inteligencia.

 

"Inteligencia militar son dos términos contradictorios".

Groucho Marx.

 

 

 

Las instituciones y empresas de información involucradas en dar cuenta de las actividades disidentes en forma de boletines confidenciales, informes secretos y transcripciones de conversaciones interceptadas eran: el Estado Mayor Presidencial (EMP), que puso en manos del arzobispo de México, Luis María Martínez, los informes de los agentes cuyas últimas noticias sobre los movimientos políticos y las actividades comunistas, dieron cuenta de un supuesto complot en contra del arzobispo, informándolo de un posible asesinato en su contra que cumpliría una parte del plan, el SIP, Servicio de Información Periodística (SIP), que se encargó de intervenir las líneas telefónicas de militantes y simpatizantes del Partido Comunista Mexicano, y el Boletín Confidencial.

 

El Estado Mayor Presidencial tuvo una trayectoria de investigación y espionaje antes de haberse consolidado como una corporación al servicio de la seguridad nacional durante el gobierno de Miguel Alemán. Este Servicio Especial de Investigaciones comunicó a funcionarios de las instituciones políticas más importantes, la información necesaria sobre actividades comunistas, un año antes de que finalizara la Segunda Guerra Mundial

 

Se perseguía el delito de disolución social por la propaganda, los mítines y las reuniones, que cada ves eran más clandestinas, Para el PRM, el peligro de inestabilidad social, en buena medida, lo incentivaba los servicios de inteligencia militar y de espionaje soviéticos. Los comunistas españoles, mexicanos y guatemaltecos fueron vigilados de cerca y se describió con detalle su actividad en el país, esto lo supo la Iglesia católica en todo momento, gracias al “Resumen de varios informes entregados respecto a la situación en el país y Desarrollo del Plan Comunista” que proporcionó el Estado Mayor Presidencial.

 

E) Si en Julio de 1943 se veía que la Cámara iba a ser controlada por el Presidente, se realizarían incidentes sangrientos por medio de agentes escogidos entre los refugiados españoles, principiando por asesinar al señor ARZOBISPO DE MEXICO, dando el cariz de un accidente, y como esto traería como consecuencia una enorme agitación de toda la grey católica, hacer creer al pueblo que toda la culpa la tenía por sus complacencias y falta de energía el presidente Ávila Camacho. Entonces, ya el país en plena anarquía, otro grupo “selecto” de refugiados asesinarían al propio Presidente de la República, al General Amaro, a “don Maximino”, al General Abelardo L. Rodríguez, y otras personalidades mexicanas y extranjeras, dando a toda esta orgía de sangre el aspecto de “venganza popular”, mientras se nombraba un presidente INCONDICIONAL. Los Estados Unidos por la hora en que vive el mundo y la magnitud de los sucesos nacionales, reconocería “de facto” el Gobierno nombrado de emergencia y daría su apoyo al substituto del Presidente “mártir” aplacando la rebelión y quedando los comunistas dueños del país para el mejor desarrollo de sus planes. (Se sabe que conocieron de este caso al Embajador castillo Nájera, Lombardo Toledano, un ex Presidente y el propio Arzobispo de México, por informes del servicio de Inteligencia del Vaticano).

F).- Posteriormente se consideró innecesario ejecutar tales actos en virtud de que los izquierdistas aseguraron el control de la Cámara de Diputados; pero mantienen sus elementos a la expectativa, particularmente el desprestigio del presidente, sin descuidar un solo detalle para realizar en cualquier momento ese incidente “violento” contra las personas antes referidas y provocar el caos nacional, según pláticas que el propio lombardo ha tenido con Augusto Ibáñez Serrano.

 

VI.- El caso del 1° del actual en la cámara tuvo dos finalidades: la de provocar el desconcierto entre el pueblo atacando a Ahumada porque invocó el nombre de Dios (golpe comunista) y 2°. Anular, como se logró, los comentarios favorables del Informe Presidencial. Ahora se siguen efectuando juntas para provocar desordenes y se espera que, en el caso de que Rusia siga en desavenencias con Inglaterra, anticipar las maniobras para apoderarse de la situación de México aprovechándose de la necesidad que tiene el Presidente Roosvelt de evitar a toda costa la inestabilidad política en países latino-americanos, y de aceptar cualquier Presidente o Gobierno que sucede al del General Manuel Ávila Camacho.

 

Tengo el honor de hacer a usted presentes mi subordinación y respeto. Palacio Nacional, Septiembre 13 de 1944.

El Jefe del Servicio.[18]

 

 

La forma en como se construyó el magnicidio, supone ideas más o menos estructuradas en torno al asesinato de algunos funcionarios y personajes de la vida política. Si el Plan Comunista no obedeció a un patrón cuya finalidad era el exterminio de ciertas figuras, entonces puede suponerse el grado de fantasía con el que contaban los informantes del EMP para sustentar las atribuciones de complot y asesinato serial.

 

 

Mientras tanto el Servicio de Información Periodística se ocupaba de intervenir algunos domicilios de militantes y miembros del partido comunista que intercambiaban información referente al registro de su organización, mítines, propaganda, libros, artículos y publicaciones periódicas, todo ello estaba relacionado con la opinión y la posición que sostenía el partido frente a sus bases y frente a la militancia. En plena efervescencia electoral los miembros del PCM intentaban ganar el registro para su partido:

 

 

México D.F., 3 de Abril de 1946.

 

Partido Comunista) habló el señor Tomás con el señor Pedro y le dijo;

 

TOMAS .- Oye Pedrito ya registraron el Partido?

PEDRO .- No sé.

TOMAS  .- Ha bueno, por favor dile a Arturo que necesito hablarle.

 

ARTURO .- Sí como no.

TOMAS   .- Bueno entonces voy a cerrar el trato, oye no sabes si ya se hizo el registro del Partido?

 

ARTURO .- Sí, ya se hizo.

TOMAS   .- Ah qué piocha está eso, bueno, entonces allá nos vemos, dile a novelo que le  llevo lana.[19]

 

 

 

Buena parte de las conversaciones entre los miembros del partido eran breves y se referían al desarrollo de algunas reuniones con grupos de obreros, campesinos, sindicatos y periódicos. Sus actividades giraban en torno a la propaganda de los actos públicos y el registro, en general puede afirmarse que en el momento que Miguel Alemán toma el poder como presidente de la República, la preocupación del ejecutivo en materia de disolución social no será producto de la paranoia internacional contra los comunistas soviéticos sino en contra de los agitadores de las instituciones internas y el orden público al interior.

 

Sin embargo, la propaganda posbélica de los Estados Unidos hacia la URSS, generará un clima propicio para el espionaje, las amenazas militares y el anticomunismo en forma exacerbada.

 

 

 

 

Durante la primera etapa de la Guerra Fría en 1945 entre las dos potencias militares Estados Unidos y la Unión Soviética, se vivió un ambiente social inusitado en la ciudad de México. Era una época de posguerra donde el auge petrolero mexicano se reflejaba en las campañas políticas de Miguel Alemán Valdés, que si bien tenían un carácter nacionalista fundado en los ideales de la Revolución mexicana, él era el primer presidente del Partido Revolucionario Institucional que no era elegido como candidato militar, sino que fue elegido entre su consejo político como candidato presidencial, mismo que lo convirtió en el primer ministro civil de la nación.

 

Su política institucional estuvo dirigida en el marco del Estado benefactor, cuyas  instituciones se crearon para hacerle frente al rezago económico, social y tecnológico en el que vivía México en décadas anteriores. El combate a los problemas sociales apenas se dibujaba en sus campañas, pero su visión como estadista lo obligó a ponerse a la altura de las circunstancias mundiales que era el nuevo escenario internacional, en el que el país quedaba justo a la mitad: es decir, al final de la Segunda Guerra mundial y en los albores de la Guerra Fría.

 

Una de las instituciones que se crearon en este contexto de tensiones políticas y diplomáticas fue la Dirección Federal de Seguridad, que respondería a las necesidades de la Secretaría de Gobernación en materia de seguridad nacional, pero la institución a la que se le delegó la tarea de mantener al tanto al presidente de los temas de seguridad nacional y conflictos sociales fue al Estado Mayor Presidencial. Este cuerpo militar de élite se encargo de ejercer un servicio de inteligencia diferente al de la DFS.[20] En palabras de Fernando Gutiérrez Barrios quien fue director más tarde de la DFS desde 1965 hasta 1970, comentó lo siguiente:

 

 

Durante el sexenio del licenciado Miguel Alemán, se creó un organismo de seguridad nacional, que en principio fue para proporcionarle seguridad personal al primer mandatario, complementando con un pequeño grupo de analistas políticos que le informaban con oportunidad, antes de las giras de trabajo del Presidente de la República por las diversas entidades del país, con el propósito de que conociera cuál era la situación que prevalecía tanto en lo económico como en lo político y social, en cada lugar que visitara, y así pudiera dar respuesta pronta a las inquietudes que los diferentes sectores de la sociedad le iban a presentar. Más tarde, este órgano de seguridad cambió y se estableció, ya no como un aparato de seguridad personal del presidente de la República, ya que en esa misión fue sustituido por el Estado Mayor Presidencial, sino como un organismo de inteligencia para informar oportuna y verazmente, en forma cotidiana, al Presidente y al secretario de gobernación, de los diferentes problemas, así como el origen y causa de los mismos, para que con esa información se pudiera prever la evolución de los conflictos, evitar colapsos económicos y sociales, manteniéndolo informado en relación con la vida de la nación y de las fuerzas sociales. Esa función, propiamente, era la de cubrir un espacio vital de la política que es la seguridad nacional.[21]

 

Las corporaciones policíacas y militares irán desarrollando sus vínculos y al mismo tiempo, su burocracia; motivo por el cuál tienden hacia la ineficacia, y la incompetencia judicial. 

El Estado Mayor Presidencial,  se constituye a finales de los sesenta y principios de los años setenta como “un órgano técnico militar, que auxilia al Presidente de la República, en la obtención de información general, planificará sus actividades personales propias del cargo y las prevenciones para su seguridad y participará en la ejecución de las actividades procedentes, así como en los servicios conexos, verificando su cumplimiento”. (art. 9 de la Ley orgánica de ejercito y Fuerza Aérea Mexicanos de 18 de marzo de 1971, publicada, en el Diario Oficial de la federación el día 15 de abril de 1971).[22]

 

La política del arzobispo de México, ya en tiempos de Alemán permaneció en franca comunicación con los servicios de inteligencia militares y periodísticos, finalmente el atentado que supuso el EMP, en su contra, nunca se realizó, y sí más bien, tuvo lugar en tiempos de paz el Desarrollo del Plan Anticomunista, que tuvo su clímax, las muestras de espionaje y represión política durante la década de los sesenta con las represiones de las huelgas de los maestros, ferrocarrileros, las marchas de los médicos y la represión estudiantil en 1968 con vistas a una paz maquillada por los juegos olímpicos en México.[23]

 

 

 

Anexos

 

1

TELEFONIA


1680

El Sacerdote Francés Gauthey, propuso a la Academia de Ciencias de París, un sistema de transmisión de la voz humana mediante tubos acústicos.


1860

El Alemán Phillipp Reis inventó un aparato al que denominó "Teléfono" (del Griego "hablar a lo lejos") con el cual logró transmitir sonidos durante breves intervalos de tiempo.


1876

14 de febrero. Alexandre Graham Bell patenta el Teléfono.

Dos horas más tarde, en la misma oficina de patentes de Washington:

Elisha Gray patenta el Teléfono.

Alexandre Graham Bell (1847-1922) nació en Edimburgo,Escocia y se trasladó en compañía de su padre a Canadá en 1870; dos años más tarde se estableció en Boston en cuya universidad estudió.


Elisha Gray (1835-1901), físico Norteamericano, nació en Barnesville, Ohio y murió en Newtonville; inventó el teleautógrafo, aparato para transmitir escritos y dibujos por medio de la electricidad; perfeccionó algunos instrumentos telegráficos e investigó la remisión eléctrica del sonido.

10 de marzo. Alexandre Graham Bell demostró, con la ayuda de su discípulo Thomas A. Watson, que era posible transmitir sonidos y voces a larga distancia.

10 de mayo. Alexandre Graham Bell presentó ante la Academia de Ciencias y Artes de Boston, los fundamentos científicos y expuso demostraciones palpables de su sistema, ante la admiración de los presentes.


1877

12 de febrero. Alexandre Graham Bell realizó la primera comunicación de larga distancia al charlar telefónicamente por medio de una línea telegráfica con un periodista que estaba en Salem, a 25 kilómetros de ese sitio.


1878

12 de marzo. Se efectúa el primer enlace telefónico entre la ciudad de México y la lejana población de Tlalpan.


1881

En abril. Se constituyó la primera empresa telefónica en territorio nacional con el nombre de "Mexican National Bell Telephone", empresa que jamás llegó a dar servicio, debido a conflictos ocasionados por afectación de intereses.

En mayo se inició la instalación de la red telefónica en la ciudad de México, estableciendo la primera linea, del Castillo de Chapultepec a Palacio Nacional.


1882

En mayo. La compañía telefónica anuncia a los habitantes de la capital de la República que se iniciaba el servicio telefónico; al igual que los que hay en casi todas las poblaciones de Europa y los Estados Unidos de América".

18 de julio. Se firmó el contrato constitutivo de la nueva empresa "Mextelco", cuyas oficinas quedaron instaladas en la calle de Santa Isabel Nº 6 1/2, lugar donde hoy se encuentra el Palacio de Bellas Artes.


1885

Se inauguró el servicio de larga distancia entre Tacubaya y Tlalpan.


1888

La cantidad de abonados ascendió a 800, hecho que obligó a editar el primer directorio; el número 64 correspondió al Presidente de la República, General Pofirio Díaz.


1905

Se funda la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana.


1907

1º de octubre. Se iniciaron las operaciones de la L.M. Ericsson, con 500 suscriptores.


1910

Se habían instalado en México 12,500 aparatos telefónicos de los cuales 8,500 funcionaban en la capital; bajo una intensa competencia entre la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana y la empresa Suiza de Teléfonos Ericsson.


1911

La empresa Ericsson construye las líneas que van a Tlalnepantla y a Cuatitlán, con lo que se inicia el servicio interurbano.


1924

La empresa Ericsson inaugura la primera central automática, conocida como "la Central Roma".


1927

29 de septiembre. A las 16:30 horas, la Cia. Telefónica y Telegráfica Mexicana enlazó la primera conferencia telefónica entre el Presidente Mexicano, Gral. Plutarco Elías Calles y el Presidente Norteamericano Calvin Coolidge.

29 de noviembre. Se inaugura la línea telefónica entre México y Canadá.


1928

1º de julio. Se realizó la primera conferencia trasatlántica entre México y Europa.


1930

La empresa Ericsson cuenta con 14 centrales en la ciudad de México, lo que la coloca en clara ventaja sobre la Cía. Telefónica y Telegráfica Mexicana.

3 de abril. Se enlazan Norte y Sudamérica. Solo se había logrado establecer comunicación con Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Cuba.


1940

Ericsson cambia de cinco a seis cifras, añadiendo a los números telefónicos un dígito, "1" ó "2" según fuera el caso.


1946

9 de enero. El Presidente Miguel Alemán anuncia oficialmente la unificación de los Sistemas Telefónicos.

2 de agosto. Nace Teléfonos de México, S.A. (TELMEX) al fusionarse la Cía. Telefónica y Telegráfica Mexicana y Teléfonos Ericsson.


1947

23 de diciembre. Se constituye Teléfonos de México, S.A.


1948

9 de enero. Se enlazan los dos sistemas existentes, beneficiando a 149,612 abonados.


1957

30 de octubre. Se inaugura el servicio de Telex, entre la ciudad de México y Acapulco.


1958

Se comercializan los primeros radioteléfonos móviles en la ciudad de México.


1960

Se instalan 10 casetas telefónicas públicas en la ciudad de México.


1961

México ocupa el séptimo lugar de importancia en cuanto al desarrollo tecnológico, según "Words Telephone de la AT&T".


1963

11 de enero. El Ing. Walter C. Buchanan inaugura el sistema de microondas.


1965

Septiembre. Se instala el primer equipo LADA 91.

 


1968

Para transmitir la XIX Olimpiada que se realiza en la ciudad de México, es necesario instalar una red subterránea con una longitud de 284 kilómetros de ductos; 203,400 kilómetros de conductores; 19,840 teléfonos en cables (por pares) y un cableado coaxial para troncales urbanas.


1969

Se añade un dígito a todos los números telefónicos del Valle de México, anteponiendo un "5" a los existentes, para llegar a siete cifras.


1970

20 de julio. México alcanza el segundo lugar mundial en desarrollo tecnológico cuando se inaugura un nuevo sistema automático de Larga Distancia (LADA 95), siendo este el primero en Latinoamérica.

México volvió a ser protagonista al celebrarse el Campeonato Mundial de Futbol por lo que el Comité Organizador, Prensa y Telesistema Mexicano quedaron comunicados con más de 1000 líneas en el Distrito Federal, 334 en Guadalajara, 291 en León, 247 en Toluca e igual número en Puebla. De forma independiente se instalaron 150 líneas especiales, 100 casetas de Larga Distancia instaladas en los centros de Prensa y 129 líneas privadas para el uso de Telex y Telefoto.


1973

27 de julio. Se instala el aparato 2 millones en la ciudad de México.


1975

Entra en funciones el sistema LADA 98.


1976

10 de marzo. Telmex conmemora el primer Centenario de la invención del teléfono.

20 de agosto. Se instala el aparato 3 millones, en Jalapa Ver.


1978

13 de marzo. El Presidente de la República Lic. José López Portillo encabezó la celebración de los 100 años de la primera comunicación telefónica en México.


1980

26 de junio. Telmex se incorpora al uso de los sistemas digitales por ser más eficientes y veloces que los análogos.


1981

13 de abril. Se instala el aparato 5 millones en CONTEL.


1982

Octubre. México solicitó a Hughes Aircraft Co. la fabricación de su primer sistema nacional de satélites para unificar las zonas rurales y urbanas de la nación. En el contrato se incluyó la fabricación e instalación de rastreo, telemetría y mando para operar el sistema Morelos desde CONTEL.

Los satélites Morelos están ubicados a 113.5º y 116.5º de longitud Oeste.


1983

El Presidente de la República Lic. Miguel de la Madrid inaugura el aparato 6 millones.


1985

17 de junio. El Satélite Morelos I es lanzado al espacio.

19 de septiembre. La ciudad de México, a consecuencia del terremoto, queda sin comunicación con el país y el resto del mundo, siendo los radioaficionados quienes logran aliviar el problema cursando mas de 260,000 mensajes en tres días.

27 de septiembre. El Satélite Morelos I entra en órbita.

27 de noviembre. El Satélite Morelos II es lanzado al espacio. El Presidente Miguel de la Madrid Hurtado, habla con el Dr. Rodolfo Neri Vela (astronauta Mexicano) en el espacio, durante la misión para colocarlo en órbita. Este satélite tendrá una vida útil hasta el año 1998.


1986

Se introduce a México el Fax.


1988

10 de febrero. Se instala el aparato 8 millones y se pone en operación el servicio LADA 800.

26 de septiembre. Se lleva a cabo la primera videoconferencia telefónica desde San Juan del Río, Qro.


1989

Telmex inicia su participación en el mercado de los servicios celulares a través de Radiomóvil Dipsa, S.A.
31 de mayo El Presidente Carlos Salinas de Gortari, presentó el "Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994".
18 de septiembre. El Presidente de la República Lic. Carlos Salinas de Gortari anuncia la desincorporación de la compañía "Teléfonos de México, S.A." con la intención de privatizarla.


1990

Se moderniza la red telefónica con la utilización de la fibra óptica.
30 de junio. Telcel cuenta con 35,000 usuarios.

Telmex introduce el localizador personal

Telmex cubre 8,154 poblaciones y tiene 5.4 millones de líneas en la capital.

19 de diciembre. Se realiza el cambio de administración de TELMEX.

Se instala el aparato 10'103,360.


1991

Se instala el aparato 10'888,317.


1993

19 de noviembre. El Satélite Solidaridad I es lanzado al espacio.

Telmex ha instalado 97,000 casetas públicas.


1994

30 de junio. Telcel cuenta con 220,000 usuarios.

Telmex cubre 18,804 poblaciones y tiene 8.1 millones de líneas en la capital.

7 de octubre. El Satélite Solidaridad II es lanzado al espacio.


1996

21 de Marzo. Se inaugura SuperNet, empresa proveedora de soluciones en Telecomunicaciones y proovedora de servicios de conexión a Internet.

 

 

 

 

 


2

 

 


3

 

 

 

 



Bibliografía citada y consultada.

 

 

·         Aguayo Quezada, Sergio, La charola. Una historia de los servicios de inteligencia en México, México, Ed. Grijalbo, 2001, p.111.

 

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·         Bernal, Rafael, El complot mongol, México, Ed. Joaquín Mortiz, 2003, 214 p.

 

·         Brauer Barba, Fernando, El Delito de Disolución Social, (El porqué de su derogación), México, Ed. B. Costa Amic, 1970, 307 p.

 

·         Cronología de la telefonía en México” en Información sobre Telecomunicaciones en http://www.ctc.gob.mx/html/la_era/info_tel2/hist4.html

 

·         Conan Doyle, Arthur, El estudio en escarlata, México, Ed. Gpo. Editorial Tomo, 2003, pp.9-70.

 

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·         Publica Federal, México, Ed. Porrúa, 1983, 699 p.

 

·         García Salinas, David, Los huéspedes de la Gayola. 2ª parte de Lecumberri: La mansión del delito, México, Ed. Talleres editoriales de “La Prensa”, 1978, 233 p.

 

·         Historia de la telefonía en México 1878-1991, México, Ed. Teléfonos de México, 1991.

 

·         Jardón, Raúl, El espionaje contra el movimiento estudiantil. Los documentos de la Dirección Federal de Seguridad y las agencias de inteligencia estadounidenses en 1968, México, Ed. Itaca, 2003, 200 p.

 

·         Lomelí Garduño, Antonio, Anecdotario político mexicano, México, Ed, costa Amic, 1974, p.125.

 

·         Montemayor, Carlos, Los informes secretos, México, Ed. Joaquín Mortiz, 1999, 248 p.

 

·         Ortega, Gregorio comp., Fernando Gutiérrez Barrios. Diálogos con el hombre, el poder y la política, México, Ed. Planeta, 1995, p.16.

 

·         Raat, W.Dirk, Los revoltosos rebeldes mexicanos en los Estados Unidos 1903-1923, México, Ed. Fondo de cultura económica, 1988, 303 p.

 

·         Singer Kurt, Las historias de espionaje más asombrosas del mundo, 4ª ed., Madrid, Ed. Rodas, 1972, 273 p.

 

·         Thayer Mahoney, Harry y Locke Mahoney Marjorie, El espionaje en México en el siglo XX, México, Promesa, 2000. pp.199-201.

 

·         Theoharis, Athan G., The FBI. A comprensive reference Guide, P. Arizona, Ed. Oryx Press, 1999, 409 p.

 

·         Thomas, Gordon, Mossad.La historia secreta, 3a. ed., Madrid, 2002, 523 p.

 

·        Zweig, Stefan, Fouché. El genio tenebroso, 7ª ed., México, Ed. Época, 2003, 264 p.

 



* Antonio, Lomelí Garduño, Anecdotario político mexicano, México, Ed, costa Amic, 1974, pp.45-46.

[1] Para revisar la historia de la telefonía, véase en la sección de Anexos, el anexo n.1., pág. 22.

[2] Véase “Cronología de la telefonía en México” en Información sobre Telecomunicaciones en http://www.ctc.gob.mx/html/la_era/info_tel2/hist4.html

[3]  “El costo de la fusión de las líneas ascendió a 12 millones de pesos, cantidad que se destinó principalmente a la adquisición de aparatos intercomunicadores, que habían sido diseñados durante cuatro años por técnicos holandeses y norteamericanos. Estos aparatos serían los primeros en su género, y se destacaron porque con ellos se superaron las dificultades técnicas de hacer compatible la maquinaria de la compañía Ericsson, de origen sueco, que funcionaba por medio de ocho movimientos y con selectores horizontales, con la de la Compañía Telefónica y Telegráfica Mexicana, S.A., de origen mexicano, que trabajaba con diez movimientos y selectores verticales. Las llamadas telefónicas convergen en los selectores, ya que los hilos de cada teléfono tienen que llegar en forma directa a una central y a un conmutador. Para consolidar todos estos planes fue necesario abastecer de plomo a Gran bretaña, a cambio de lo cual, esa nación fabricaría grandes cantidades de cable que se utilizarían en nuestro país”. En Historia de la telefonía en México 1878-1991, México, Ed. Teléfonos de México, 1991, pp.109-110.

[4] El 16 de febrero de 1950 se llegó al acuerdo para que Teléfonos de México adquiriera la Compañía Telefónica Mexicana, S.A., valuando los libros, en la cantidad de 12 mil millones de pesos; el 29 de abril se firmó el documento formal. El 3 de mayo el gobierno mexicano, Wernner Gren, ITT y la L.M. Ericsson asignaron el acuerdo definitivo que consolidaría a Telmex como principal empresa telefónica. En Ibidem, p. 111-112.

[5] (Historia de la telefonía en México), op cit., p.114.

[6] El McCarthysmo fue la famosa campaña del senador Joseph McCarthy durante el periodo del presidente norteamericano Harry S. Truman, desde febrero de 1950, incentivó la caza indiscriminada de comunistas. La acusación de comunismo fue corriente y casi siempre arbitraria, en los años de la Guerra Fría en donde los diarios y la radio norteamericana, estimulaban el miedo a las bombas atómicas soviéticas, al triunfo de la revolución comunista en China (1949), a la posibilidad de que los frecuentes problemas sobre Berlín o la guerra de Corea que estalló en junio de 1950 se convirtieran en conflagraciones atómicas mundiales. La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) tuvo un papel de primera importancia en averiguar antecedentes, actividades, vinculaciones y amistades de las personas sospechosas de ser comunistas o compañeros de viaje del comunismo. Para ver la naturaleza de éstas campañas anticomunistas, véase, Athan G. Theoharis, The FBI. A comprensive reference Guide, P. Arizona, Ed. Oryx Press, 1999, pp.29-30.

[7] Fernando, Brauer Barba, El Delito de Disolución Social, (El porqué de su derogación), México, Ed. B. Costa Amic, 1970, pp. 71-74.

[8] Dictamen, dado en la Sala de Comisiones de la H. Cámara de Diputados de la XXXVIII Legislatura de la Unión., México, D.F., a 10 de octubre  de 1941. Diputados Fausto Villagómez,  Helí  M. López y Emilio González. En Brauer Barba, op. cit., p.76.

[9] Ibidem., p.77.

[10] Ibidem., p.78.

[11] “El Debate” en la Cámara de Diputados sesión del 10 de octubre de 1941. En Ibidem., p.90.

[12] Brauer Barba, op. cit., p.95.

[13] Ibidem., pp.98-99.

[14] David García Salinas, Los huéspedes de la Gayola. 2ª parte de Lecumberri: La mansión del delito, México, Ed. Talleres editoriales de “La Prensa”, 1978, pp.58,60.

[15] Carta de Ernest Richard Moore a Luis María Martínez de 5 de julio de 1946, en Instituciones y Variedades 1944, en el Fondo del Arzobispo Luis María Martínez, (FLMM) en el Archivo Histórico del Arzobispado de México, (AHAM).

[16] Carta de Adrián Rodríguez a Ezequiel Padilla, Monterrey, N.L. México, 29 de junio de 1946. En Cartas de ayuda, impresos y poesías, en la Carpeta de Instituciones, Memorandums y Variedades, Letra U.V. en (FLMM), (AHAM).

[17] Algunas anécdotas del arzobispo de México. en Semblanza de Monseñor Martínez. En Carpeta de Instituciones, Memorandums y variedades, L. U. V. En (FLMM) en (AHAM).

[18] Informe Secreto núm. 18., Resumen de varios informes entregados respecto a la situación en el país y Desarrollo del Plan Comunista, Jefatura del Servicio Especial de Investigaciones del Estado Mayor Presidencial, 13 de septiembre de 1944. en carpeta Instituciones y Memorandums, 1944, (FLMM) en el (AHAM).

[19] Reporte CONFIDENCIAL. En Carpetas Instituciones y Memorandums, 1944. En (FLMM) en (AHAM). Incluyo algunos informes de las intervenciones telefónicas, donde no sólo a miembros del PCM, sino también, a miembros de Partido Acción Nacional, y editores de algunos diarios mexicanos son rastreados para ubicar sus actividades y el desarrollo de sus campañas. Véase en la sección de Anexos , el  Anexo 2., pág.31.

[20] Véase Sergio, Aguayo Quezada, La charola. Una historia de los servicios de inteligencia en México, México, Ed. Grijalbo, 2001, p.111.

[21] Gregorio, Ortega, comp., Fernando Gutiérrez Barrios. Diálogos con el hombre, el poder y la política, México, Ed. Planeta, 1995, p.16.

[22] Rafael de Pina Vara, Diccionario de los Órganos de la Administración

Publica Federal, México, Ed. Porrúa, 1983, p. 348 (699 p.). véase en la sección de Anexos, el anexo núm.3., pág.33.

[23] Véase el estudio sobre el espionaje en contra del movimiento estudiantil. En Raúl Jardón, El espionaje contra el movimiento estudiantil. Los documentos de la Dirección Federal de Seguridad y las agencias de inteligencia estadounidenses en 1968, México, Ed. Itaca, 2003, 200 p.